Hablemos de juguetes​

S: Gracias por las preguntas. En una frase diría que el núcleo del concepto era dar a los niños y a las niñas la oportunidad de crear su propio espacio artístico que se adaptara a su tamaño y necesidades, donde ellos quisieran que estuviera.

S: El mayor reto fue diseñar un caballete funcional que incluso un niño o una niña pudiera transportar y montar. Tenía que ser lo bastante ligero y compacto como para caber en una mochila, con instrucciones de montaje sencillas. También queríamos crear un producto que «creciera» con el niño y fuera versátil, por lo que debía ser regulable en altura y estar listo para usar, con las herramientas necesarias para empezar a crear.

Queríamos que los niños y las niñas pudieran transportar su creatividad sin esfuerzo, montando su estudio de arte en cualquier lugar, ¡desde un campo hasta la casa de la abuela o de un amigo!

S: El bambú es un material que siempre nos ha fascinado a los diseñadores de Hape, tanto por sus propiedades físicas, es muy duradero, como por su sostenibilidad. De hecho, es la planta de crecimiento más rápida de la Tierra y, una vez recolectado, vuelve a crecer por sí solo. Para un diseñador, ¿qué puede haber más satisfactorio que asegurarse de que los juguetes que crea están hechos con materiales sostenibles?

Desde el punto de vista funcional, el hecho de que el caballete sea regulable en altura en función del crecimiento del niño y que la pizarra pueda utilizarse también sola, lo hace muy versátil y, por tanto, duradero.

S: Cuando diseñamos un producto, siempre intentamos empatizar con quienes lo van a utilizar, ahí es donde las pruebas de juego nos pueden ayudar a tomar decisiones. Por eso queríamos que el caballete «creciera» y se adaptara a los niños, a su necesidad de moverse con su estudio. También por eso elegimos un asa grande y gruesa para transportarlo y un sistema sencillo para regular su altura y desmontarlo. Todo ello, por supuesto, seguro para los deditos, con las esquinas suaves y redondeadas, a la vez que lo suficientemente estable para jugar al aire libre e incluso para los artistas más «enérgicos».

S: La altura regulable ha sido uno de los puntos clave del producto: muchos caballetes tienen esta función, pero suelen ser muy complejos de montar, con muchos tornillos y articulaciones. Así que, hemos intentado simplificar al máximo esta función, con el objetivo de dar versatilidad al producto tanto en función del crecimiento del niño como de las situaciones en las que se puede utilizar. De esta forma, puedes tener un caballete de pie, o uno para apoyar en la mesa, puedes ajustar la altura de la bandeja y la sujeción de la tabla/lienzo.

Pensando en que dibujar es una actividad que a menudo se improvisa para entretener a los niños y a las niñas durante los viajes o en otras situaciones, hemos hecho la pizarra lo más ligera posible, para que se pueda desmontar y llevar a cualquier parte.

S: Intentamos imaginar el momento creativo: ¿qué podría ser útil tener a mano? ¿Cómo podrían los niños montar su espacio artístico de forma independiente? Nos inspiramos en los caballetes de los verdaderos artistas del plein-air y decidimos hacerlos del tamaño de los niños. Las pruebas de juego también fueron fundamentales para ponerlos a punto.

Aquí, con un simple gancho y una bandeja, puedes tener el vaso de agua a mano, puedes apoyar tus pinceles, colgar el estuche abierto para elegir tus colores con cuidado, o cerrarlo y llevarlo contigo.

Después de charlar con el equipo de diseño de Hape, pedimos la opinión sobre el juguete a Chris, responsable de los Juegos de Exterior:

C : En línea con el concepto de desarrollo sostenible de la empresa y la idea de aprender a través del arte, está claro que el equipo diseñó este caballete portátil de bambú no sólo permite a los niños acercarse a materiales respetuosos con el medio ambiente, sino también permite crear y acercarse a la naturaleza. Un testimonio clave del compromiso de Hape con el aprendizaje a través del juego.