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Un puzle ideal para cada edad – Cómo elegir el mejor puzle para tu hijo

06 febrero 2024

4 min.

Cuando se trata de elegir un puzle para tu hijo, puede resultar abrumador. "Elige éste para fomentar la motricidad fina y la destreza" o "un niño de 3 años debería jugar con un puzle de 24 piezas", por suerte aquí en Hape hemos recopilado una lista para ti para que puedas consultarla a la hora de elegir un puzle que sabemos que le encantará a tu hijo.

Pero antes, hablemos de por qué son tan importantes los puzles. Los puzles son más que un juguete: son fundamentales para desarrollar la motricidad fina, las capacidades cognitivas y las técnicas de resolución de problemas. Además, son una forma fantástica de crear vínculos afectivos y recuerdos duraderos. Ten en cuenta también que esta guía sirve de marco flexible y no como un conjunto rígido de normas: ¡el desarrollo de cada niño es único!

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Para bebés (0-1 años):

Los bebés pueden empezar a jugar con rompecabezas fáciles a los seis meses o cuando puedan sentarse. Los puzles encajables con un número mínimo de piezas son ideales para los niños pequeños. Los puzles para bebés deben ser grandes, gruesos y no tener más de tres piezas.

Recomendamos nuestros Puzles de hocicos gigantes, tanto el Puzle de los Animalitos como el de la Jungla, permiten a los bebés explorar adorables mascotas y animados animales mientras agarran y cogen las piezas por sus narices sobredimensionadas.

Para niños pequeños (1-3 años):

A medida que tu bebé crece y se convierte en un niño pequeño, sigue siendo importante mantener los elementos básicos y que sean brillantes y coloridos. Preséntale diversos entornos y animales o incluso camiones, barcos y aviones. Utiliza elementos reconocibles, como letras y números, también es beneficioso para su desarrollo.

Nuestros sencillos puzles con piezas grandes y colores vivos incluyen el Puzle de Creativo de Clavijas, que desafía a tu hijo a apilar, clasificar y resolver, mientras que el Puzle de Sonidos Animales Tom revela los sonidos de la granja, proporcionando una emocionante experiencia sensorial. Otros clásicos son los juegos de rompecabezas de bloques en los que tu hijo puede apilar y explorar varios animales de la granja o de la jungla.

Para cuando muestren más interés (y puedan mantenerse concentrados) sugerimos estos puzles ligeramente más desafiantes: el Puzle Numérico y Matemático Robusto es un colorido puzle numérico que combina el aprendizaje numérico con el desarrollo de la motricidad fina. Nuestros puzles de la Granja con Pinzas y el puzle de Emergencias con Pinzas son ideales para desarrollar el agarre y la coordinación mano-ojo, con clavijas fáciles de agarrar.

Para preescolares (3-5 años):

Cuando los niños alcanzan la edad preescolar, alrededor de los 3 y 4 años, sus habilidades para resolver puzles florecen de forma impresionante. A los tres años, suelen estar preparados para enfrentarse a un rompecabezas de 24 piezas, mientras que los niños de cuatro años pueden disfrutar de puzles de hasta 48 piezas, a menudo atraídos por piezas con formas únicas e imágenes vibrantes y bien definidas.

Para los que estén preparados para un reto un poco más avanzado, un rompecabezas como el del Cuerpo Humano y el del Mundo Subterráneo, que requieren habilidades más sofisticadas para resolver problemas. Estos puzles son perfectos para mejorar el pensamiento lógico, la conciencia espacial y la capacidad de planificación estratégica de las mentes más jóvenes.

Más allá del preescolar (5+ años)

A medida que los niños avanzan hacia la escuela primaria, normalmente entre los cinco y los ocho años, sus habilidades para resolver puzles alcanzan nuevas cotas. Se vuelven expertos en completar rompecabezas de 80 a 120 piezas e incluso pueden enfrentarse al reto de los puzles de 180 piezas con piezas más pequeñas.

Para estos jóvenes exploradores, nuestros puzles del Dinosaurio o del Bosque Mágico tienen un diseño intrincado con más piezas e imágenes detalladas. Estos puzles contribuyen a desarrollar aún más su capacidad para reconocer patrones y comprender relaciones, a la vez que mejoran la memoria, la paciencia y la atención al detalle de los niños.