17 julio 2024
5 min.
Como padres, nos encanta pasar tiempo con nuestros hijos. Pero seamos sinceros: a veces todos necesitamos un respiro. Ahí es donde resulta útil el juego independiente. Sobre todo en esas largas vacaciones escolares en las que las rutinas desaparecen. No sólo nos da un respiro a nosotros, sino que también es una gran experiencia de aprendizaje para nuestros hijos.
Lee aquí por qué nos encanta este tipo de juego y algunos consejos para ponerlo en práctica:
El juego independiente es beneficioso para todos. Para el aprendizaje y el desarrollo de los niños, fomenta la creatividad, desarrolla la capacidad de resolver problemas y aumenta la confianza en sí mismos. Aprenden a entretenerse solos, una valiosa habilidad para la vida. Para nosotros, los padres, significa una oportunidad de disfrutar de un momento de paz.
¿Qué juguetes favorecen este estilo de juego? Aquí tienes algunos de los mejores para que tus hijos jueguen en solitario:
Los bloques de construcción son un clásico por una razón. Despiertan la imaginación, mejoran la motricidad fina y mantienen las manos ocupadas durante horas. Ya sean bloques de madera o fichas magnéticas, estos juguetes permiten a los niños pequeños construir sus propios mundos. Además, desarrollan la motricidad fina.
Los puzzles son otra gran opción. Desafían a las mentes jóvenes, mejoran las capacidades cognitivas y aumentan la concentración. Empieza con rompecabezas sencillos y gruesos para los niños más pequeños y pasa gradualmente a rompecabezas más complejos a medida que crecen. Ver a tu hijo resolver un puzzle es increíblemente gratificante, y a ti te proporciona un rato de tranquilidad.
Materiales artísticos como ceras, rotuladores, pegatinas y papel pueden convertir a cualquier niño en un artista. Prepara una estación de arte con todo lo necesario y deja volar su imaginación. Dibujar, colorear y hacer manualidades no sólo despiertan la creatividad, sino que también ayudan a mejorar la coordinación óculo-manual y la motricidad fina. Además, podrás disfrutar de sus hermosas (y a veces abstractas) obras maestras.
Los juegos de simulación, como las cocinas de juguete, los botiquines médicos o los bancos de herramientas, permiten a los niños explorar distintos papeles y practicar la motricidad gruesa. Este tipo de juego de rol es estupendo para desarrollar las habilidades sociales, el lenguaje y la empatía. Cuando están inmersos en juegos de simulación, no sólo se divierten, sino que también aprenden sobre la vida real.
Los libros interactivos con solapas que levantar, botones que pulsar o texturas que sentir son perfectos para mantener ocupadas las manos y las mentes de los más pequeños. Estos libros pueden fomentar la alfabetización y el amor por la lectura desde una edad temprana. Además, son una forma excelente de que los niños disfruten de un rato tranquilo mientras usted hace lo mismo.
El juego independiente es una forma fantástica de fomentar el desarrollo de tu hijo y, al mismo tiempo, darte un merecido descanso. Es una forma fácil de animar a los niños a entretenerse por sí mismos desde sus primeros años.
Si le proporcionas los juguetes adecuados y creas un entorno de juego acogedor, animarás a tu hijo pequeño a explorar, aprender y jugar por su cuenta, lo que te proporcionará esos momentos de paz. Así que, adelante, prepara esa zona de juegos y disfruta de un poco de «tiempo para ti». Te lo has ganado.