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Ser padres en sintonía: El papel de la música en el vínculo afectivo y la relajación del bebé

01 noviembre 2023

7 min.

Navegar entre montones de libros sobre crianza, foros y consejos de amigos bienintencionados no siempre nos prepara para esos momentos en los que nuestro bebé llora y nos quedamos sin saber qué hacer: ¿Tiene hambre? ¿Fatiga? ¿Quizá sólo desean nuestra atención o sienten un malestar que aún no hemos detectado?

Aunque no podemos decirle exactamente lo que su bebé está intentando comunicarle, existe una conexión vital que puede ayudarnos a calmar sus llantos cuando todo lo demás falla: ¡la música! Acompáñenos mientras afinamos nuestros conocimientos sobre cómo los bebés conectan con la música y cómo ésta puede ayudar a calmar sus llantos.

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Descifrar sus gritos

Antes de entrar de lleno en la relación de la música con los bebés, recuerde: todos los bebés lloran. Es su forma de comunicarse con nosotros, ya que aún no pueden usar palabras. Con el tiempo, la mayoría de los padres aprenden a identificar los llantos específicos de su bebé, como si comprendieran un lenguaje secreto.
A veces es una señal de hambre; otras, una llamada al sueño o simplemente una declaración de aburrimiento. Sin embargo, hay días en que incluso los padres más intuitivos se sienten perplejos. ¿Qué significa este grito en particular?
La mayoría de los padres desarrollan trucos para calmar a los bebés cuando no entienden lo que su llanto intenta comunicarles, pero ¿qué pasa con esos momentos en los que no consigues que se calmen? Si ya has probado todo lo que se te ocurre, deberías darle una oportunidad a la música.

Mantener la paz con música

La música es conocida desde hace mucho tiempo por sus efectos calmantes en los niños, y los psicólogos infantiles destacan la importancia de las melodías en el desarrollo infantil. Las canciones de cuna, utilizadas a lo largo de generaciones para templar el ánimo de los bebés, poseen una capacidad única para calmar a los niños inquietos.
Científicamente, se ha demostrado que la música calmante reduce los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, lo que se traduce en bebés más relajados. Además, la música puede aumentar los niveles de dopamina, que favorecen la sensación de felicidad.
Ya sea el silbido familiar del útero, una pieza clásica o incluso un himno de rock, explorar diferentes sonidos podría revelar la melodía tranquilizadora preferida de su hijo.

Profundizar el vínculo entre padres e hijos

Las investigaciones demuestran que la música influye en el estado de ánimo y las emociones de los bebés. ¿Pero la mejor música de todas? Tu propia voz. Aunque no se trate necesariamente de música, tu voz tendrá efectos calmantes similares.
Esto se aplica no sólo a las madres, sino también a los padres. A medida que crecen, los bebés desarrollan una conexión con el tono y los sonidos únicos de tu voz. De hecho, empiezan a desarrollar esta conexión cuando aún están en el útero.
El sonido de tu voz indica a tu bebé que se siente seguro y querido, por eso los psicólogos infantiles abogan por hablarle siempre que tengas ocasión. Esta comunicación ayuda a profundizar en el siempre importante vínculo entre usted y su bebé.
Y recuerda, tanto si hablas como si cantas, no necesitas una voz perfecta. A tu bebé le encanta oírte hablar y cantar, suenes como suenes. Por supuesto, no es posible estar siempre con el bebé para hablarle y cantarle, así que ¿qué hay de otros sonidos tranquilizadores?

Acepte el ruido blanco

Algunos sonidos que no son necesariamente música pueden tener efectos calmantes similares en los bebés. Sonidos como la lluvia, las olas del mar o los latidos del corazón se hacen eco de los sonidos constantes que los bebés oían en el vientre materno, evocando sensaciones tranquilizadoras y seguras.
En algunos casos, incluso artículos domésticos como aspiradoras o secadores de pelo pueden tener un efecto calmante inesperado. Cada bebé es único, así que es posible que tengas que probar y equivocarte para encontrar el sonido o la melodía adecuados que lo lleven al país de los sueños.

Prepara tu lista de canciones de cuna

Preparar una lista de canciones de cuna es una forma inteligente de crear un ambiente tranquilo para el bebé. Empieza seleccionando canciones que tengan un tempo suave y rítmico. Las nanas tradicionales son siempre un buen punto de partida, pero no te limites a ellas.
Las piezas instrumentales, sobre todo de géneros como el clásico o el acústico, pueden ser increíblemente relajantes. También puedes añadir canciones que te gusten y te relajen.
Con el tiempo, puede que notes que tu bebé responde más positivamente a determinadas canciones. Presta atención a estas señales y ajusta tu lista de reproducción en consecuencia. Recuerda que el objetivo es crear una colección de melodías que tanto tú como tu bebé encontréis tranquilizadoras y agradables.

Afine su selección de juguetes

Los juguetes que producen sonidos o melodías pueden ser herramientas valiosas para los padres que buscan calmar o distraer a sus bebés. Cuando los bebés están expuestos a estos estímulos auditivos, pueden captar su atención y desviar su atención de la angustia o el malestar.
De hecho, la naturaleza repetitiva de ciertos sonidos o melodías puede calmar especialmente a los bebés, imitando los ritmos constantes que pueden haber experimentado en el útero.
Los juguetes sonoros también pueden estimular el desarrollo auditivo del bebé, contribuyendo a su crecimiento cognitivo general. A medida que introduzcas estos juguetes, observa las reacciones de tu bebé para determinar qué sonidos le resuenan más.

Para los recién nacidos, el sonajero Beaded Raindrops de Hape emite un sonido suave y rítmico a medida que las cuentas caen en cascada por el sonajero. El movimiento de las cuentas estimula sus sentidos visuales, y las manitas empezarán a desarrollar la fuerza de los dedos al agarrar el juguete.
Los bebés un poco más mayores disfrutarán con el bamboleante pingüino musical de Hape . Cuando el pingüino se tambalea, sus relajantes sonidos animan a los bebés a alcanzarlo, golpearlo y agarrarlo, perfeccionando su coordinación mano-ojo durante el tiempo boca abajo.

En resumen...

En nuestro camino como padres, entender las señales de nuestro bebé implica mucho ensayo y error. La música es un puente que nos conecta con las señales de nuestro hijo de un modo que a veces no es posible con las palabras. A través de la suave cadencia de las nanas, el reconfortante zumbido del ruido blanco o el tintineo de un juguete musical, encontramos un ritmo compartido con nuestros pequeños. Aunque la sinfonía de cada bebé es única, la música puede ser una herramienta inestimable para crear momentos de conexión y comprensión.

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