21 agosto 2024
5 min.
El nuevo curso escolar significa nuevos amigos, profesores, ropa y aulas. Es normal que los niños (y los padres) se sientan ansiosos por empezar o volver al colegio. Hemos elaborado una lista muy práctica con sencillos consejos para facilitar la transición del modo vacaciones al modo colegio. No todos estos consejos pueden aplicarse a todos los niños, ya que cada centro escolar es único en lo que se refiere a aspectos específicos como los deberes o el material escolar.
Empieza a adelantar la hora de acostarse entre 10 y 15 minutos cada noche un par de semanas antes de que empiece el colegio. Así facilitarás la transición a las primeras horas de la noche y de la mañana, y te asegurarás de que tu hijo duerma lo suficiente.
Practique la nueva rutina matutina unos días (o incluso antes) antes de que empiece el colegio. Esto incluye despertarse, vestirse, desayunar y preparar la mochila. Mantener una rutina constante ayuda a los niños a entender su nueva norma y a reducir el estrés matutino (aunque no se puede prometer una mañana sin estrés , por mucho que se intente).
Involucra a tu hijo en la organización y etiquetado de su material escolar. Ya sea escribiendo su nombre (si puede) en sus pertenencias o pidiéndole que elija qué material escolar quiere llevarse. Así se sentirá preparado e ilusionado por utilizar su nuevo material en el colegio.
Si tu hijo tiene un escritorio, genial, asegúrate de que esté preparado con papelería, folios y cualquier otro producto que pueda necesitar (comprueba si tu colegio te proporciona una lista). Pero si no tienes espacio para que tenga su propio escritorio, prepara una caja para guardar sus cosas y sácala a cualquier superficie estable, como una mesa de comedor, cuando llegue la hora de trabajar.
Aunque pueda parecer obvio, hablar con su hijo sobre el horario diario, incluyendo la hora de levantarse, el horario escolar, la hora de hacer los deberes, la hora de acostarse, etc., puede ayudar a aliviar cualquier ansiedad inicial que pueda tener. También le dará la oportunidad de preguntarle cualquier duda que tenga.
En la medida de lo posible, prepare un menú de desayunos, almuerzos y/o meriendas saludables para mantener a su hijo con energía y concentrado a lo largo del día. También puede implicarles en la preparación para que sepan qué esperar cuando abran su fiambrera. También puede ser útil preparar los almuerzos la noche anterior para no tener que preocuparse por la mañana.
La escuela ayuda a enseñar a tu hijo a cuidar de sus pertenencias, lo que a su vez contribuye a fomentar sus habilidades de independencia. Por eso, actividades como preparar la mochila o el uniforme la noche anterior ayudan a mejorar su confianza en sí mismo.
Como las rutinas a la hora de acostarse, revisar y volver a establecer normas sobre el tiempo frente a la pantalla, la hora de acostarse y otras rutinas relacionadas con el colegio, como el transporte. Tener unas normas claras y coherentes que cumplir, ayuda al niño a sentirse más seguro de lo que le deparará el día; a largo plazo, también le ayudará a mejorar su independencia, ya que tendrá confianza en cuáles son sus tareas día tras día.
Aunque parezca obvio, hablar positivamente sobre el próximo curso escolar puede ayudar a mejorar la confianza de tu hijo al entrar en clase. Ya sea destacando las actividades divertidas que pueden hacer o incluso las oportunidades de hacer nuevos amigos, tu entusiasmo puede ayudar a aliviar sus nervios.
Si tu hijo está un poco ansioso las primeras semanas, organice actividades divertidas para los fines de semana. Así su hijo tendrá algo que le haga ilusión y podrá compaginar el trabajo con el ocio. Si buscas inspiración, nuestro Rincón de Actividades está lleno de fichas imprimibles y cosas únicas para hacer juntos. Recuerda que la diversión no tiene por qué costar nada.
Poniendo en práctica cualquiera de estos consejos, notarás al instante una mayor facilidad para ayudar a tu hijo a prepararse para el colegio. Así que, tanto si se trata de un curso más como de sus primeros pasos en la educación, recuerda mantener una actitud positiva e intentar (en la medida de lo posible) seguir una rutina. Mucha suerte.