Tener una buena noche de sueño es lo que desean todos los padres cada vez que ponen a su bebé a dormir. Pero cuando el bebé llega a este mundo, la mayor revolución para una familia acaba de comenzar, y esto los obliga a buscar un nuevo ritmo.

Por lo general, los padres y las madres se acostumbran a estos nuevos ritmos unos meses después de que nace su bebé, pero no siempre tienen esa suerte. Incluso las personas con sueño más pesado tienen un motivo para dormir mal.

Debemos tener en cuenta que el sueño es fundamental para el crecimiento de un niño, ya que afecta al desarrollo del cerebro y fortalece el recuerdo de todo lo que aprendieron durante el día. Entonces, si su bebé está molesto y necesitan ayuda, tengan en cuenta estos consejos que sugerimos para aliviar las molestias de su bebé.

Es normal despertarse varias veces. Suele deberse a que necesita alimentarse varias veces por la noche. Si el lapso entre la cantidad de veces que se despierta se va acortando, se trata de una regresión del sueño. A muchos bebés les ocurre desde los cuatro meses. Existen muchas cuestiones que pueden impedir que el bebé se duerma, pero la regresión del sueño ocurre más frecuentemente en estos casos.

Confundir el día y la noche

Su bebé duerme durante todo el día y permanece despierto durante la noche: esto no es agradable para ustedes. Mantengan la calma. Como padres y madres, deben saber que los bebés necesitan una rutina, y ustedes deben planificarla. Para ayudar al bebé a diferenciar entre el día y la noche, pueden hacer lo siguiente:

  • Mantener la habitación del bebé a oscuras durante las siestas
  • Reducir los ruidos externos
  • Evitar encender la televisión cuando alimentan al bebé durante la noche
  • Cantar la misma canción de cuna o contar la misma historia
  • Crear una atmósfera tenue con música suave.

Esto ayuda a que los bebés se den cuenta de que el día ha terminado. Pueden ayudarlo a relajarse con esta maravillosa nube musical con luz que pueden fijar en la cuna.  Viene con un sensor que activará la nube si el bebé se despierta llorando.

Cólicos

Esta es una de las causas más comunes que impiden que un bebé recién nacido duerma tranquilo en su cuna. En primer lugar, deben reconocerlos entre estos síntomas: llanto inconsolable, gritos, extender las piernas y llevárselas hacia la panza, estómago agrandado o distendido, o tener el rostro rojo después de un largo episodio de llanto.

Tendrán que tratar este problema con métodos útiles para calmar a los niños. Deben intentar lo siguiente:

  • Darle un masaje suave, boca abajo.
  • Mecer al bebé en sus brazos o en una silla mecedora (un columpio, por ejemplo); el movimiento y el contacto cercano pueden aliviar el malestar del pequeño.
  • Ofrecerle un chupete
  • Elevar las piernas del bebé y acercarlas a su pecho para aliviar el dolor

Bebés exhaustos

Un motivo no psicológico que podría explicar todas las molestias del bebé antes de dormir es el cansancio. Los bebés pueden estar sobreestimulados  y tener los sentidos sobrecargados. Tendrán que ayudarlo a relajarse. Ir a un lugar tranquilo de su casa, cantar o poner música suave y mecer al bebé son acciones posibles.

Al mecerlo de forma rítmica, podrán calmarlo y lograr que se duerma. Y si no lo logran, pueden intentar bañarlo para aumentar las posibilidades de que se duerma.

La próxima vez, recuerden que un bebé cansado está molesto, por lo que debe evitar los juegos intensos antes de ir a dormir.

Dolor de la dentición

Cuando aparece un diente, nos alegra ver la sonrisa más tierna del mundo, pero la llegada del diente es un motivo de dolor para los bebés. Si el bebé demuestra señales de la dentición durante el día, como babear, morder o tener molestias al alimentarse, este dolor puede mantenerlo despierto durante la noche. Mantengan la calma y tengan paciencia.

Intenten evitar levantar al bebé. En cambio, ofrézcanle miradas y caricias suaves, y claro, un mordedor. Es una herramienta mágica.

Algunas versiones se deben refrigerar media hora antes de usarlo. Los juguetes para la dentición ayudan a aliviar parte del dolor que siente el bebé porque le dan una superficie para masticar que alivia la presión sobre las encías.

Conquistar la independencia

¿Qué tan felices nos pone decir “mi bebé acaba de dar sus primeros pasos”?

Cuando los bebés empiezan a gatear o caminar, conquistan la independencia de explorar el mundo “solos”. Ese entusiasmo los incentiva, pero también puede afectar sus ritmos de sueño.

“Mamá, ¿por qué tengo que dormir si existe todo un mundo por descubrir?” Quizás encuentren al bebé parado en la cuna durante la noche. ¿Qué deben hacer?

En algún momento antes de irse a dormir, pueden indicarle a su hijo que la hora de juegos está llegando a su fin y ayudarlo a despedirse del mundo. Esto le permite “elegir” despedirse y no sufrir, pasivamente, la distancia.

Ir a dormir también significa despedirse de los padres, por lo que podrían implementar el hábito de ayudar a los bebés a enfrentarse a esta separación con un juguete que vaya con ellos a la cuna. El bebé lo tendrá consigo y lo será lo primero que vea si se despierta.

Además, deben crear una rutina de las buenas noches, es decir, repetir la misma acción todas las noches, para que el bebé se dé cuenta de que es hora de ir a dormir.

Cambios de hábitos de la rutina

Ya sabemos que el sueño se ve afectado por cualquier cambio en la rutina. Cuando mamá debe regresar a trabajar, por ejemplo, los niños deben enfrentarse a la separación, lo que suele generar ansiedad. Como padres y madres, deben darle herramientas para suavizar las malas noticias.

Suele ser útil implementar un juego que requiera la separación y el reencuentro en períodos cortos. Los juguetes Hape Flowerini son perfectos para esto. Jueguen el juego más viejo del mundo, “¿dónde está el bebé?”, y dejen el juguete de transición cerca del bebé cuando no estén ahí, para compensar la distancia. Tendrá que llevar el mismo juguete a la cama a la hora de dormir, para que pueda volverse a dormir solo si se despierta.

Así, los bebés pueden acostumbrase a la separación, y también puede ser útil para superar cualquier tipo de separación, como ir al jardín.

Cualquiera sea el motivo de la molestia, deben recordar que los niños necesitan sentirse seguros y sentir su presencia de alguna forma. Cuando logren que el bebé se calme, podrán pensar en cómo aliviar sus molestias.

En la mayoría de los casos, necesitan una rutina. Intenten planificarla y cuéntennos si funciona.