Nos encanta abrazar a nuestros hijos y lanzarles besos, es todo lo que nos gustaría hacer durante todo el día, ¿verdad?

Vamos a dar la buena noticia que todos esperaban: los abrazos y los apretones no sólo son el mejor pasatiempo de la historia, sino que también te ayudan a formar vínculos duraderos con tus hijos y son muy recomendables.

Sí, es un trabajo duro, ¡pero al fin y al cabo alguien tiene que hacerlo!

¿Por qué abrazar a tus hijos es tan bueno para su salud? Quizás te sorprenda saber que, en primer lugar, tiene una función física.

Ya antes de que nazca el bebé, la mamá embarazada libera la hormona oxitocina en el cerebro y en el torrente sanguíneo. Esta hormona ayuda a crear un vínculo intenso y fuerte entre la mamá y el niño desde los primeros días de vida, pero la misma hormona también se libera gracias al contacto creado por los abrazos y mimos entre los niños y papá, abuelos, tíos, hermanos…

En el proceso de fortalecimiento del vínculo familiar también interviene otra hormona, se llama hormona del placer y es la que nos hace sentir satisfechos cada vez que hacemos algo que nos gusta. Hablamos de la dopamina y debes saber que da una recompensa cada vez que abrazas y aprietas a tus pequeños. Además, cuando coges a tus bebés, ellos aprenden a reconocer tu olor, de manera que cuanto más los aprietes en tus brazos, más podrán experimentar juntos el efecto de la buena dopamina y más querrán abrazarse… ¡Es una muy buena manera de consolidar el vínculo padre-hijo!

La oxitocina y la dopamina también son buenas para la salud de nuestro corazón: varios estudios destacan que la oxitocina reduce el ritmo cardíaco y la presión arterial, disminuyendo las enfermedades del corazón, mientras que la dopamina es una buena ayuda para la atención, el aprendizaje y la memoria. Todas estas son muy buenas razones para abrazar y dejarse abrazar por nuestros pequeños, ¿no crees? Estas hormonas también pueden tener efecto sobre el dolor, por eso cuando a nuestros hijos les están saliendo los dientes, unos buenos abrazos pueden reducir su irritabilidad y hacer que se sientan menos estresados, además de actuar y reducir la inflamación y ayudarles a curarse más rápido.

Aunque los mimos y los besos no alivien cualquier tipo de dolor, pueden ayudar a calmar a los más pequeños, ¡así que no dejes nunca que tus hijos se queden sin tus mejores abrazos!

En otras palabras, cuando se trata de abrazos y besos, cuantos más mejor. ¡Abre los brazos y tu corazón y no dejes de ofrecer tus mejores apretones a tus pequeños!

Más allá de los aspectos hormonales, también hay otros beneficios de los abrazos para su bebé y su relación. ¿Sabías que unos masajes a tu bebé pueden ayudarte a reforzar tu vínculo familiar?

Muchos investigadores han descubierto que los masajes pueden favorecer el sueño, aliviar los cólicos e incluso mejorar el sistema inmunitario, las habilidades motoras y el desarrollo intelectual del bebé.

¿Cómo masajear a un bebé? Utiliza una manta o toalla y masajea con aceite, primero debes probar el aceite en un pequeño punto de la piel de tu bebé y asegurarte de que no aparece ninguna irritación. Recuerda que debes realizarlo cuando tu bebé esté tranquilo pero alerta, y procura sentarte en el suelo con las plantas de los pies juntas y formar un rombo con las piernas. Coloca la manta sobre tus pies y coloca a tu bebé sobre ella, a continuación, empieza a acunar a tu pequeño hablándole suavemente y masajeando su cuerpo por secciones, desde la barriga hasta el ombligo, el pecho, los brazos, la espalda y, por último, las piernas. Intenta mantener el contacto visual en la medida de lo posible, esto ayuda a que tú, y tu bebé se conozcan más profundamente y su relación se vuelva más fuerte e intensa.

Una gran oportunidad para reforzar el vínculo con tus pequeños es la hora del baño. Es un momento genial en el que se sienten relajados y pueden disfrutar de unos buenos arrumacos, mientras se divierten chapoteando y jugando con sus amigos acuáticos.

El baño es una alegría para los sentidos y una ocasión increíble para que los padres sientan un fuerte contacto con su bebé.

Mamás y papás, no dejen pasar este gran momento para hablarles con delicadeza y explicarles por qué es tan importante mantener nuestro cuerpo limpio y hacerles unos masajes relajantes, por si han tenido un día difícil. Cuando los niños están estresados, un baño caliente puede alegrarles el día, así que aprovecha este momento para estar con ellos, para que puedan confiar en ti cada día un poco más.

También puede convertir este momento en una ocasión para aprender nuevas palabras e incluso algunas leyes físicas básicas, como la flotación, la temperatura, etc. Para ello, unos juguetes de baño divertidos y coloridos pueden ayudar. Con este divertido juguete de baño «Aliméntame» los niños pueden aprender las formas, por ejemplo, ¡y también se puede utilizar para guardar otros juguetes de baño!

¿Y qué me dices de este divertido bote de juguete? Jugar con él puede ser una gran oportunidad para experimentar los objetos flotantes… ¡Pronto el principio de Arquímedes no tendrá secretos para nuestros pequeños exploradores!

Otro gran momento de acercamiento a tus pequeños es la hora de dormir, cuando los niños son tan pequeños entre tus brazos, totalmente abandonados a ti y tan cerca de tu corazón.

Es un momento muy especial para cantar sus melodías favoritas y acunarlos dulcemente. ¡Qué momento mágico para sentir los corazones latiendo juntos! Su relación nunca se acabará, ¡se fortalecerá cada día un poco más!

La crianza puede ser difícil a veces, pero es el mejor trabajo del mundo, te deseamos que disfrutes de esta época y que tengas la relación más fuerte y duradera con tu pequeño, estamos seguros de que la tendrás sin demasiado esfuerzo… ¡todo lo que necesitas para tenerla, es construirla día a día guiada por el amor!